miércoles, 29 de julio de 2015

Y ahora qué?

Y ahora qué? Hoy no tuve mayores problemas en mi día, así que mi inconsciente empezó a fastidiarme con problemas del pasado, no olvidados, o acaso con problemas inexistentes, más bien improbables. Y ansiedad que llega, entonces, forzada, tan artificial, de forma tan idiota.

Y después, claro, en el trabajo la falta de respeto por el espacio personal. Eso sí es un verdadero problema, sobre todo cuando hiciste tu trabajo como siempre lo haces, terminando a eso de las diez de la noche, y habiendo dicho una vez que te vas, y luego les recuerdas que ya te fuiste, y les dices de nuevo que no estás, pero que puedes responder preguntas sencillas, te llaman por teléfono, ya a la una de la madrugada, de pronto, como si todo esto fuera una emergencia.

Y te preguntas porqué carajos: porque hay personas que tienen adicción a ser obsesivos con el control, porque su jefe respectivo les pone demasiado presión, o porque no controlan, sencillamente, el nerviosismo? Porqué no carajo enviarme un correo, diciéndome que por-favor-no-olvides-leer-esto-importante. No, no, no, no. Lo importante es llamarte, a la puta una y media de la puta madrugada, como si fuera una puta emergencia, así, de pronto, sin avisar, rompiéndote toda la puta calma que querías tener.

Luego te sientes culpable por tu supuesta falta de responsabilidad. No, en realidad no es eso: tienes miedo de haber sido demasiado honesto al ponerles un alto, y que se enojen y demás, y no sé qué cosas.

Y ahora que pensabas que solamente tenías que lidiar con tu propio nerviosismo y solamente con tu propio obsesión por el control y tu propia estúpida obsesión con la perfección, tan inalcanzable.

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