sábado, 25 de julio de 2015

Sí le importaba demasiado el peso del pasaporte

Y qué si ella se diera cuenta de que sí le importa demasiado el peso del pasaporte, el apego a alguna nacionalidad específica?

Porque ella me lo dijo así, sin que yo se lo preguntara, cuando me dijo que todos sus novios habían sido de tal o cual región del mundo. "Pero no tengo apego específico a algún país o a algún pasaporte". Eso dijo, en mi piso, sentada, con las piernas cruzadas, bebiendo un poco de vino, moviendo los ojos de manera nerviosa por la estancia, fijándose en mí por momentos de dos o tres segundos.

Pero un día se da cuenta de que no es así, y de que para ella, como para muchas otras personas, especialmente las que no han viajado, o las que no han viajado lo suficiente, todo llega a ser una abstracción en los países, una abstracción demasiado rudimentaria, una abstracción tan simple que representa una falta de respeto a la inteligencia. Pero es así para ella, como lo eran los alemanes o los españoles para mí hace diez años.

Para ella, el que un hombre tenga un pasaporte de dónde se comen tales cosas, y se bebe tal licor, representa automáticamente un sex appeal dado porque sí, porque esas cosas y ese licor y ese país y esa cultura es la que sus padres adoran, porque estuvieron una vez allí, hace veinte años, para no volver más, añorándola, idealizándola, exagerando su encanto, olvidando toda forma de imperfección, los Campos Elíseos.

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