jueves, 16 de julio de 2015

Porque soy demasiado emocional (2)

Porque soy demasiado emocional me enamoré de ti. Porque sabía que todo estaba en tu contra para enamorarme, al mismo tiempo que todo estaba a favor para acostarme contigo, una, dos, o cinco veces.  Porque me confié, pensando que tus constantes recordatorios de que no me relacionara contigo en lo personal eran exagerados, innecesarios, casi ofensivos.

Porque pensé que eras demasiado joven a mi lado, y que, como en otros casos, en mi vida, estar con mujeres con novio me garantizaba no enamorarme, y que debía preocuparme más para evitar que te enamoraras tú. Y pensar, ahora, que incluso, cuando me dijiste que tu novio había leído algunos de nuestros mensajes, y que tenías problemas, entré en pánico al pensar que te podría él dejar, y que eso haría que te echaras irremediablemente a mis pies, a mis brazos, deshecha, necesitada de atención y de consuelo.

Ya demasiado tarde me doy cuenta de que nunca debí haberme enamorado de ti, de ti, que aunque con todo lo que eres y lo que no eres, al final del día, tienes tantos fantasmas que te rodean, que te persiguen, y pecados que no te has perdonado, y placeres que no te has perdonado haber disfrutado, y errores que marcan todo lo que haces.

Y me digo que, una vez que me desangre, que te eche de mi persona, de mi vida, de mis tardes, espero, de verdad, ser mas juicioso, y menos estúpido, y que la vez próxima, usaré al menos a la moralidad de escudo para no estar olfateando donde no debo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario