martes, 15 de diciembre de 2015

Decido al fin enviarte un mensaje.

Decido al fin enviarte un mensaje, un mensaje desde muy lejos, para recordarte que no eres solamente un juego, un juguete, para mi. Te recuerdo, nuevamente, que puedo estar contigo si asi lo deseas, no solamente como simple juego fortuito. Si, de nuevo aquel mensaje, tras el cual, la vez pasada te hiciste desaparecer de mí, escondiéndote (y recuerdo, entonces, esa parte, en ese mensaje, en el que te decía que "no te amo, pero estoy dispuesto a estar contigo", que probablemente era innecesaria).

Lo mando de nuevo, nervioso. Después me distraigo en otras tantas cosas, por supuesto. Pero después, en la noche, me viene una pesadilla, la de observar que finalmente, en cierta forma, ese mensaje, ha causado que desaparezcas esta vez, sí, definitivamente, de mí. Que has cambiado de correo, de perfil, de teléfono. Como si hubieras ido a vivir a Marte. Pero sé que sigues aquí, en alguna parte, en alguna pequeña ciudad quizás. Y en mi pesadilla, desesperado, lleno de frustración, le llamo a mi mejor amigo diciéndole que todo se ha perdido, que te he acabado de perder en ese uno por ciento, para siempre.

Después llega el sol, por la mañana, y el sonido de un autobús local que le toca el claxon a otro, probablemente furioso, enojado, me despierta. Y entonces busco, con los ojos todavía adormecidos, mi teléfono, con mi mano trémula, con ansiedad. Me parece, en la vigilia, que sí le he enviado aquel mensaje a mi mejor amigo, y que aún no me responde tampoco. Lo encuentro, y lo abro: veo que sigues allí, que no me has borrado de tu vida en ese uno por ciento.

Pero entonces, como si buscara imperfecciones y males peores, me imagino que, lejos de mi, con un amor imperfecto como el que tienes, con esa relación que roza lo patológico, puedas conocer, en algún instante, a alguien de quien te enamores. Y ropas tu compromiso, sólo que no por mí, sino por alguien más.

Por que descubro, que, a final de cuentas, me sigues doliendo, más de lo que yo esperaría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario